El Lechumóvil no se usa para ir a comprar berenjenas (II)
Lo prometido es deuda... aquí viene la segunda parte de las aventuras de GreenWoman.
Estaba todo decidido, Esmeralda tenía que dar un giro radical a su vida, tenía que poner emoción en ella, tenía que utilizar su don para el beneficio de la humanidad.
De ahora en adelante por el día sería Esmeralda Verde, una buena chica, y cuando acabara su turno de trabajo se convertiría en... GREENWOMAN! Y para mantenerse en el anonimato contaría con la ayuda de su inseparable hermano Tontidemente, siempre dispuesto a defenderla y cubrirle las espaldas. Se podría desear un ayudante mejor? seguramente sí, uno que no metiera la pata constantemente pero en ese instante el mercado de ayudantes de superheroes no pasaba su mejor momento y Val Kilmer estaba ocupado haciendo de Batman.
Tontidemente serviría, además se había puesto tan contento cuando le encomendó Esmeralda su nueva función, que cualquiera le decía ahora que es que Val era mucho mas guapo.
En realidad lo que más ilusión le hacía a Tontidemente era elegir su propio modelito de superhéroe. Lo tenía decidido, su traje sería negro, con un antifaz y un casco hecho con dos antenas de un router wireless desguazado. Y eligió como arma un látiguillo de par trenzado de cobre acabado en un conector RJ-45. Mortal de necesidad.
Ahora lo más importante era que nadie supiera la verdadera identidad de GreenWoman, que nadie la relacionara con Esmeralda Verde. Su primera decisión fue reservar el Lechumóvil para las ocasiones "de hacer el bien". Por lo tanto, a partir de ese día iría a trabajar con el coche del señor Verde, su padre, no teniendo nada que ver con la decisión que fuera verano y que el Lechumóvil no disponía de aire acondicionado.
Por lo tanto el Lechumóvil se quedaría sano y salvo en su plaza de garaje. Sí, esa que ya no invadía el vecino maligno... de quien ya hablaremos más largo y tendido en posteriores ocasiones.
A la mañana siguiente Esmeralda se dirigió a su trabajo intentando aparentar normalidad, pero unos destellos verdosos en su mirada la delataban. Ya no volvería a ser la misma.
Varias horas después (siete, es que le gusta dormir), Tontidemente se despertaba ajeno a todas estas decisiones de GreenWoman. Ese día, para innovar, haría para comer berenjenas rebozadas.
Se levantó de la cama y se dirigió al frigorífico. Oh, no! No podía ser! Se habían acabado las berenjenas... CATÁSTROFE!!!!!
Rápido, al coche! tengo que ir al mercado!!! -gritaba mientras corría como un poseso por el pasillo.
La señora Verde se quedó extrañada un segundo al ver tanto alboroto, pero enseguida pensó, es Tontidemente... es normal...
Cogió todas las llaves que vió por casa y salió pitando con las zapatillas de estar por casa aún puestas y su latiguillo asomando por el bolsillo del pantalón. Hay que estar preparado para cualquier ocasión, el mal puede aparecer a la vuelta de cualquier esquina, y por lo tanto a la vuelta de cualquier puesto de verduras.
Cuando llegó al garaje vió que el coche de Don Verde no estaba en su plaza, pero no se lo pensó dos veces, en ese trillón de llaves tenían que estar las del Lechumóvil.
Que emoción, la primera vez que cogía el Lechumóvil para una misión oficial. La falta de berenjenas era comparable a la mayor de las catástrofes, que se cayera la red de cable de Amuna en Atajco City.
Misión completada, ya más tranquilo tontidemente se dirigía hacia casa con el Lechumóvil rebosante de su cargamento morado.
Al entrar de nuevo al garaje, Tontidemente topó de bruces con Esmeralda. Ese tono verdoso en la piel hacía presagiar una inminente conversión a GreenWoman. Tontidemente abrió la puerta del coche y salió despacito, tras el cayeron 4 o 5 berenjenas buscando un poco de espacio.
-AAAAAAAAArrghhhhhhhhhhh!!!! Como te tengo que decir que el Lechumóvil es excusivamente para salir en misión oficial!!!!!!!! Cucaracho inmundoooooooo!!!!! El Lechumóvil es intocableeeeeeeeeeeeee!!!
El grito de GreenWoman llegó a Tontidemente acompañado de un viento huracanado que no pudo resistir y salió volando. Tal era el poder de GreenWoman que el pobrecillo aterrizó en el mismo centro de Japón. Desde luego, si lo hubiera sabido habría pillado algo de dinero extra para comprar algun caprichito, una nintendo ds o algo así... Cachislamar, y ahora como vuelvo a casa?
Y todo porque su hermana era incapaz de comprender la gravedad de la falta de berenjenas.... ains... ten hermanas para esto. La próxima vez echaré a los guisantes jamón del malo. Grrrrr.
Lo que sí le quedó claro a Tontidemente es que: el Lechumóvil es intocable.
Estaba todo decidido, Esmeralda tenía que dar un giro radical a su vida, tenía que poner emoción en ella, tenía que utilizar su don para el beneficio de la humanidad.
De ahora en adelante por el día sería Esmeralda Verde, una buena chica, y cuando acabara su turno de trabajo se convertiría en... GREENWOMAN! Y para mantenerse en el anonimato contaría con la ayuda de su inseparable hermano Tontidemente, siempre dispuesto a defenderla y cubrirle las espaldas. Se podría desear un ayudante mejor? seguramente sí, uno que no metiera la pata constantemente pero en ese instante el mercado de ayudantes de superheroes no pasaba su mejor momento y Val Kilmer estaba ocupado haciendo de Batman.
Tontidemente serviría, además se había puesto tan contento cuando le encomendó Esmeralda su nueva función, que cualquiera le decía ahora que es que Val era mucho mas guapo.
En realidad lo que más ilusión le hacía a Tontidemente era elegir su propio modelito de superhéroe. Lo tenía decidido, su traje sería negro, con un antifaz y un casco hecho con dos antenas de un router wireless desguazado. Y eligió como arma un látiguillo de par trenzado de cobre acabado en un conector RJ-45. Mortal de necesidad.
Ahora lo más importante era que nadie supiera la verdadera identidad de GreenWoman, que nadie la relacionara con Esmeralda Verde. Su primera decisión fue reservar el Lechumóvil para las ocasiones "de hacer el bien". Por lo tanto, a partir de ese día iría a trabajar con el coche del señor Verde, su padre, no teniendo nada que ver con la decisión que fuera verano y que el Lechumóvil no disponía de aire acondicionado.
Por lo tanto el Lechumóvil se quedaría sano y salvo en su plaza de garaje. Sí, esa que ya no invadía el vecino maligno... de quien ya hablaremos más largo y tendido en posteriores ocasiones.
A la mañana siguiente Esmeralda se dirigió a su trabajo intentando aparentar normalidad, pero unos destellos verdosos en su mirada la delataban. Ya no volvería a ser la misma.
Varias horas después (siete, es que le gusta dormir), Tontidemente se despertaba ajeno a todas estas decisiones de GreenWoman. Ese día, para innovar, haría para comer berenjenas rebozadas.
Se levantó de la cama y se dirigió al frigorífico. Oh, no! No podía ser! Se habían acabado las berenjenas... CATÁSTROFE!!!!!
Rápido, al coche! tengo que ir al mercado!!! -gritaba mientras corría como un poseso por el pasillo.
La señora Verde se quedó extrañada un segundo al ver tanto alboroto, pero enseguida pensó, es Tontidemente... es normal...
Cogió todas las llaves que vió por casa y salió pitando con las zapatillas de estar por casa aún puestas y su latiguillo asomando por el bolsillo del pantalón. Hay que estar preparado para cualquier ocasión, el mal puede aparecer a la vuelta de cualquier esquina, y por lo tanto a la vuelta de cualquier puesto de verduras.
Cuando llegó al garaje vió que el coche de Don Verde no estaba en su plaza, pero no se lo pensó dos veces, en ese trillón de llaves tenían que estar las del Lechumóvil.
Que emoción, la primera vez que cogía el Lechumóvil para una misión oficial. La falta de berenjenas era comparable a la mayor de las catástrofes, que se cayera la red de cable de Amuna en Atajco City.
Misión completada, ya más tranquilo tontidemente se dirigía hacia casa con el Lechumóvil rebosante de su cargamento morado.
Al entrar de nuevo al garaje, Tontidemente topó de bruces con Esmeralda. Ese tono verdoso en la piel hacía presagiar una inminente conversión a GreenWoman. Tontidemente abrió la puerta del coche y salió despacito, tras el cayeron 4 o 5 berenjenas buscando un poco de espacio.
-AAAAAAAAArrghhhhhhhhhhh!!!! Como te tengo que decir que el Lechumóvil es excusivamente para salir en misión oficial!!!!!!!! Cucaracho inmundoooooooo!!!!! El Lechumóvil es intocableeeeeeeeeeeeee!!!
El grito de GreenWoman llegó a Tontidemente acompañado de un viento huracanado que no pudo resistir y salió volando. Tal era el poder de GreenWoman que el pobrecillo aterrizó en el mismo centro de Japón. Desde luego, si lo hubiera sabido habría pillado algo de dinero extra para comprar algun caprichito, una nintendo ds o algo así... Cachislamar, y ahora como vuelvo a casa?
Y todo porque su hermana era incapaz de comprender la gravedad de la falta de berenjenas.... ains... ten hermanas para esto. La próxima vez echaré a los guisantes jamón del malo. Grrrrr.
Lo que sí le quedó claro a Tontidemente es que: el Lechumóvil es intocable.
4 Comments:
At 21:42, Anónimo said…
Bueno, bueno, bueno, buenisiiiiiimo.
No me extraña que Dª Verde se quedara asombrada de la celeridad de Tontidemente, porque normalmente tarda un poco en reaccionar cuando le pides algo. Es que el ordenador le "absorbe" demasiado.
At 21:44, Anónimo said…
3 Palabras.... hay que joderse... ¬¬
At 08:46, pin said…
pero que cascarrabias que es tontidemente, yo sé que en el fondo le encanta que escriba sobre el ;)
At 18:33, El Hombre Amarillo said…
tontidemente...buena por esa
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