Por fin estoy telecomunicada

Hola a todos mis queridos pimpines:

Ya sé que me echabais de menos aunque no me dijérais nada, que ultimamente no he podido escribir mucho por causas ajenas a mi voluntad. Entre tales causas destaca el hecho de que no tenía internet en mi casita y me tenía que limitar a robar tiempo de trabajo para escribir en el blog desde el curro (uh que pena mas grande, madremiamadremia).
Ayer, tras 19 días esperando a los técnicos del cable de Nofuna, al llegar a casa me enconté en el portal con dos gráciles obreros con mono azul que cacharreaban por el hueco de la escalera con un precioso coaxial. Aleluya! internet llega a esta casa!!!! no tendré que ver la tele para matar el tiempo!!! Podré escribir mis tan esperados posts noche a noche (si la inspiración acompaña claro).

Y no es que no me guste la tele.... para un rato esta bien, y con según que programas hasta te ries, no digo que no. Peeeeero, digamos que la tele es poco interactiva y sobre todo si no tienes control sobre el mando.
Sinceramente, prefiero pasar el rato con el ordenador, que de vez en cuando te saca de quicio, es lo que tiene, pero en este mundo nada es perfecto.

El caso es que ya estoy contentica, que tengo internet. Como Pon dice, me acaban de poner el cable de la felicidad.



De hecho estoy tan contenta como este chino con su cable :D.